Mito #1

“En el aula especial van a estar protegidos.”

En un aula “especial” donde se segregan estudiantes con discapacidades, las protecciones naturales que ofrece la inclusión se reducen prácticamente a cero. ¿Qué quieres decir esto? En una aula típica en la cual el estudiante con discapacidad es incluido, las protecciones naturales se activan de manera automática gracias a la interacción orgánica de los estudiantes típicos que se convierten en ojos y oídos para denunciar y comunicar cualquier maltrato que el estudiante con discapacidad puedan recibir de parte de los adultos o compañeros. 

En un aula segregada, muchas veces los estudiantes son mucho más vulnerables a abusos por parte de adultos, ya que sus pares no tienen la misma capacidad de comunicar lo sucedido u ofrecer información acerca lo que pasa en el aula. Igual sucede cuando un estudiante con discapacidad es agredido por otro estudiante. Generalmente se normalizan estos comportamientos ya que la expectativa es baja y obviamente, no hay modelos típicos a seguir para imitar auto-regulación o maximizar habilidades sociales. 

Mito #2

“En el aula especial el estudiante va a su propio ritmo sin presión.”

Traducido este pensamiento tristemente significa, “que haga lo que pueda porque nuestras expectativas se ajustarán a ellos, ya que no creemos o esperamos que ellos puedan ajustarse a las nuestras.” Es sin duda alguna una posición cómoda que reduce el estrés para todos, pero en la vida real cuando el estudiante salga a la vida, ¿hay un espacio que ofrezca esta comodidad? Querer que nuestros hijos vivan sin presiones innecesarias es totalmente natural, sin embargo, retirar las expectativas para que nunca se enfrenten a retos no es positivo ni inclusivo. Todo lo contrario, es altamente limitante y sin duda alguna pone al estudiante en una posición en la cual nunca podrá demostrarnos lo que puede, porque sencillamente, hemos decidido quitarle las oportunidades.

Mito #3

“En el aula especial será feliz.”

Comencemos por entender qué entendemos por felicidad. Felicidad no es sinónimo de comodidad ni de bajas expectativas. La felicidad llega con esfuerzo, con compromiso, con satisfacción personal y con propósito. La felicidad se trabaja como todo lo demás en la vida. Ofrecerla como un comodín lo único que crea es infelicidad ya que una persona que independientemente de su diagnóstico, viva sin propósito y sea colocada en un espacio para ser feliz, está siendo deprivada del proceso de ganar auto-suficiencia, independencia, y de sobre todo, ganar la capacidad de crear su propia felicidad. Si la felicidad es algo que alguien te entrega sin esfuerzos quitándote la oportunidad de crearla para ti mismo, ¿qué pasa cuando no tienes quién la haga posible para ti? ¿eres feliz o infeliz? 

El aula segregada nunca debería ser el lugar donde el estudiante pasa el 100% de su tiempo.

Si nos ajustamos a la lógica que sustenta la ley que dice que la meta es que el estudiante esté en el ambiente menos restrictivo posible que le permita aprender y maximizarse sin ser limitado, la inclusión tiene diferentes matices y es muy posible que muchos niños en algún momento necesiten estar en el aula “especial” para recibir los apoyos necesarios. También es posible que ciertos servicios tengan que ser ofrecidos uno a uno, pero sobre todas estas teorías, es importante recalcar la  más importante, todos estos apoyos y servicios son guías para activar al estudiante en un ambiente inclusivo en el cual debe interactuar con sus pares la mayoría del tiempo.

  • ¿De qué sirve darle a un niño terapia de lenguaje diaria, si nunca tiene la oportunidad de hablar y desarrollar su lenguaje ya que no interactúa con niños que hablan?
  • ¿De qué sirve darle servicios de terapia de comportamiento todo el día, si nunca en la vida se le da la oportunidad de estar expuesto a la vida real para aprender a utilizar y aplicar estos conceptos?
  • Para cerrar la pregunta final, ¿es esta una oportunidad de entender el concepto social de la palabra “discapacidad”? ¿Está la discapacidad en el individuo, o es el entorno que en su intento de protegerlo ha decidido discapacitarlo respondiendo a sus propias carencias de hacer la inclusión posible? 
Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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