Los derechos de las personas con discapacidad en muchas oportunidades se expanden a sus familias. Entre las similitudes y diferencias con la crianza de hijos típicos, compartimos la misma responsabilidad como padres de educar al mundo acerca de las expectativas que tenemos en relación a nuestros hijos, sin embargo, cuando ese hijo tiene una discapacidad que puede interferir en su habilidad para activar sus derechos, son los padres los que deberán asumir la responsabilidad de defender y hablar en nombre de sus hijos mientras haga falta. 

Educar al mundo es una tarea continua. Quiero que sepas algo importante:

Educar es tu derecho. Tú tienes el poder de definir cómo el mundo percibe a tu hijo, y tú tienes el poder de modelar tu entorno a través de tu voz. Ahora, uno no puede dar lo que no tiene, así que antes de modelar el mundo deberás contestarte esta pregunta clave, ¿cómo quiero que el mundo perciba a mi hijo? ¿cuáles son las expectativas que yo tengo acerca de mi hijo? ¿qué pasos debo seguir para avanzar hacia el futuro que visualizo para mi familia? Porque solo estableciendo tus prioridades y teniendo claro el camino, es que podrás no solo avanzar, sino aprender a guiar a los demás. 

Cuando uno habla de las expectativas del mundo, siempre termina escuchando de propios y extraños que el mundo no importa y que uno no debe preocuparse por los demás. Ciertamente, uno no debe preocuparse de los demás. Uno debe ocuparse de sí mismo para que una vez uno está formado y claro en su propósito, uno pueda ocuparse de modo automático de todo lo que nos rodea. ¿Qué quiere decir? Cuando sabes a dónde vas y qué estás haciendo, educar al mundo no es un esfuerzo agotador sino una manifestación de lo que tienes y de lo que eres, de lo que representas y de lo que expresas. Sólo entonces aclarar, educar, y re-direccionar los prejuicios y la falta de objetivo, se vuelve un proceso natural y orgánico en el cual el padre o madre no sufre ni se desgasta, si no se fortalece mientras transforma su entorno. 

Dicho esto, el enfoque no está en la gente de afuera sino en un mismo con la claridad absoluta de que en la lucha por defender los derechos de tus hijos con discapacidad fortaleciendo la inclusión, entiendes que la inclusión no se logra en aislamiento ni ignorando a los demás, sino en comunidad entregándoles a los demás lo que les haga falta para convertirse en aliados a diferentes niveles. 

Así es como se entiende, se digiere y se adopta un concepto realista y prometedor cuando pensamos en inclusión: no es un favor ni un regalo del cielo que te cae junto a la etiqueta de especial o bendecido. Es un derecho que se construye una vez uno asume la responsabilidad de crecer y aprender junto a sus hijos para fortalecerlos mientras en el camino nos fortalecemos como líderes y defensores. He escuchado muchas veces a padres decirme que no todos somos líderes ni defensores. Creo que todos lo somos a diferentes escalas y como pasa con todo lo demás, es cuando nos comparamos con otros que sentimos que no somos suficientes, sin embargo, cuando nos enfocamos en nosotros mismos, sólo entonces podremos comprender, aceptar, y celebrar nuestro valor individual. No se trata de lo que no podemos o lo que no tenemos. Se trata de lo que ya somos y de lo que aún nos falta por aprender. 

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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