A veces me sorprendo a mi misma mirando a mis hijos cuando me doy cuenta de lo mucho que han crecido. La vida siempre ha sido maravillosa pero nunca ha sido fácil y lo cierto es que el camino nunca ha estado lleno de motivación ni de palmaditas en la espalda por parte del mundo que me rodea, todo lo contrario, me he fortalecido en este camino fruto de los comentarios negativos, de los juicios sin fundamento, y de los consejos de quienes queriendo nuestro bien, nos han repetido infinitamente que no vale la pena luchar porque mejor es vivir relajado y feliz, que activado y estresado.

Pero en mi mundo y por tanto en el de mis hijos, el momento para relajarse es que el que le sigue al compromiso de darlo todo. Y la felicidad es el resultado del esfuerzo, no de la falta de retos. Porque aunque el camino no se vuelve más fácil, en cada paso todos nos hemos vuelto más fuertes.

Mis días comienzan a las 5 a.m. Primero, porque necesito dedicarme esa hora sagrada al día para hacer ejercicio y concentrarme en mi misma. Es mi hora de silencio y enfoque. Luego viene preparar el desayuno y comenzar a organizar el día. Ahora con la escuela rotamos esa dos primeras horas del día entre Emir y Ayelén para apoyarlos con sus tareas. Para las 8.30 a.m. empiezo a trabajar y mientras tanto Emir y Ayelén se alistan para empezar su día escolar frente al computador. Trabajo mientras les doy apoyo. A las 11 a.m. tomo un descanso y aprovecho de cocinar el almuerzo. Al mediodía almorzamos y luego volvemos a la carga. No es tarea fácil pero aunque parezca increíble, nadie se queja y todo el mundo hace lo esperado.

No siempre ha sido así. Emir y Ayelén no tienen poderes fuera de este mundo ni tienen almas angelicales que se someten a mis deseos. Ambos han sido criados y educados para cumplir sus roles y desarrollar su sentido de la responsabilidad. Ha tomado años, y aunque la vida hoy no es más fácil que antes, todos nos hemos vuelto más fuertes. Todos sabemos el efecto de nuestras acciones y todos jugamos roles valiosos e imprescindibles en nuestra familia. Cada pieza conectada a la otra hace que esto funcione.

A las 4 p.m. cuando finalmente termina la escuela, yo descanso del corre corre para apoyar al uno y al otro, y me enfoco al 100% en mi trabajo. Ambos se preparan su refrigerio de la tarde. Generalmente Yaya come una fruta con yogurt y Emir se hace un sandwich. Ambos se cambian y se relajan. La cena es libre y cada uno se cocina lo que quiere. A veces Yaya me espera para comer una sopita de verduras juntas. Emir se prepara solo su pasta y la come con un poco de aceite de oliva y queso parmesano. Siempre tengo espárragos, espinacas y brócoli listos en el refrigerador, así que forman parte de su rutina. No se ha vuelto más fácil tomar buenas decisiones a la hora de comer cuando el tiempo no alcanza y los ánimos bajan para el final del día, pero como familia nos hemos fortalecido en el compromiso de vivir una vida saludable y no es un tormento, la independencia responsable es un orgullo y un placer.

Nunca la intención ha sido que la vida se vuelva más fácil sino que juntos en el camino aprendamos a ser más fuertes. Aprendamos a ser independientes en vez de co-dependientes, aprendamos a tratarnos con respeto y altas expectativas para brillar con luz propia en vez de epserar que la luz del otro nos alumbre, y sobre todo, aprendamos a co-existir y compartir dando lo mejor de nosotros los unos a los otros.

La meta ha sido siempre crecer y verlos convertidos en personas lo más autónomas posibles para sentirme satisfecha, tranquila y feliz de saber que el amor real y sincero cede control para ganar control. Mi intención no es crearles comodidad sino apoyarlos para enfrentar sus propios retos. Y no, la vida nunca se vuelve más fácil, y por eso quiero que aprendan a lidiar con ella, porque con un enfoque claro y con metas bien dirigidas hacia lo que de verdad importa, todos nos volvemos más fuertes sin importar las curvas que nos lance el destino. Para mi esa es la verdadera capacidad.

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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