La fórmula es extremadamente sencilla cuando uno la ve en papel: Padres Capacitados = Hijos Capaces. Pero si los padres en vez de hacer la tarea y capacitarse invierten su energía en quejarse y estancarse en las injusticias del mundo, nunca encontrarán ni el tiempo ni la motivación para activarse mientras con sus propios recursos se capacitan y ayudan a sus hijos a ser capaces.

Las largas listas de injusticias publicadas en grupos sociales cuando hablamos de la falta de servicios de nuestros hijos con discapacidad, ¿dónde nos llevan? A ninguna parte. Es un círculo vicioso que invita a los padres a unirse a una rueda emocional en la cual todos nos hacemos daño. Hay que romper esos círculos y dar el próximo paso. Si ya sabemos qué está mal, ¿qué estamos haciendo por hacerlo mejor? En vez de gastar nuestro tiempo en estas conversaciones que no llevan a ninguna parte, ¿podríamos mejor activarnos como grupos humanos e invertir esta energía en escribir una queja pública dirigida a algún oficial del gobierno? ¿podríamos identificar quién está a cargo del tema de inclusión y discapacidad en nuestros gobiernos y hacernos el propósito de alzar nuestras voces para alcanzarlo? ¿Cuál es lo positivo que podemos sacar de esta situación?

Ahora, constantemente se culpa a la discapacidad de nuestros hijos de todo lo que pasa a nuestro alrededor, pero la discapacidad no es un monstruo que todo lo destruye a su paso, no es una enfermedad. Es una condición de vida humana a la cual nos tenemos que adaptar y con la cual vamos a vivir por el resto de nuestras vidas. Siempre como padres vamos a experimentar carencias y frustraciones. Siempre vamos a tener preguntas, “¿y si hubiera hecho esto o lo otro?” y es normal, pero no podemos culpar a la discapacidad por no ser o tener más de lo que queremos, y todo por una sencilla razón, ya éramos quienes somos antes que la discapacidad llegue a nuestras vidas en la vida de nuestras hijos. Entonces nos queda sólo una cosa por hacer. Tomar acción y responsabilidad y capacitarnos para criar hijos capaces.

Muchas personas no conocen la fuerza ni el poder de cambio de la capacitación personal, pero es real y en mi opinión, la única opción disponible para cambiar el rumbo de nuestras vidas como padres, y el rumbo de la de nuestros hijos. No podemos sentarnos a esperar que los gobiernos se activen o quejarnos por siempre por la injusticia. Tenemos que activarnos y tenemos que luchar por cambiar lo que haga falta. Y así como no podemos medir el valor de nuestros hijos con discapacidad en base a sus logros, tampoco podemos medir el nuestro en base a nuestros triunfos personales, sino basados en nuestros esfuerzos diarios.

Por último, el cambio no es algo que llega desde fuera y que se nos entrega en bandeja de plata. El cambio es un proceso interno que una vez que ha hecho efecto integral en nosotros mismos se manifiesta en nuestro entorno. El cambio es la luz que nos capacita para iluminar la oscuridad que nos discapacita, que nos estanca y que nos victimiza. Empoderarnos y motivarnos como padres para creer que somos cambio y que sólo así haremos el cambio en la vida de nuestros hijos, es la única manera de criar hijos capaces, independientemente de sus retos o diagnósticos.

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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