No creo que exista un ser humano fortalecido que no haya tenido que enfrentar frustraciones o vivencias intensas que le han permitido activarse para sobreponerse a los retos y así encontrar la luz al final del túnel. 

Pensamos que las “mejores vidas” son las que aparentan ser las más fáciles, pero esas vidas que se ven tan cómodas y tan bonitas a través de las pantallas, están cargadas de grandes sacrificios, de constancia, de determinación, y creo que lo más importante, de una sed insaciable de aprender para entender que las respuestas están a la vuelta de la frustración.

Lo que quiere decir, para aprender, hay que estar dispuesto a enfrentar los retos, reflexionar acerca de su influencia en nuestras vidas, y sobre todo, tomar acción para determinar qué nos falta y cómo lo conseguimos para encontrar las respuestas que nos activarán y nos ayudarán a dar el próximo paso. 

Las salidas fáciles no son soluciones, todo lo contrario, son limitaciones que hacen que nos engañemos a nosotros mismos quitándonos de la oportunidad indispensable de tropezar en el camino y así crecer, reflexionar, analizar, y sobre todo, determinar cómo sobreponernos a las situaciones que nos frustran pero tienen la potencialidad de construirnos y hacernos más sabios y resilientes. 

Con los años, con las experiencias y las vivencias cotidianas, el mejor aprendizaje es entender que no se trata de ganarlos a todos, sino de siempre ganar algo para ti mismo. No se trata de competir con el resto, sino de construirte de modo individual para sentirte satisfecho. No se trata de saberlo todo, pero de tener el compromiso de aprender siempre lo que haga falta. 

Así es como la frustración se convierte en respuestas. Cuando en vez de evadirla, de poner su responsabilidad en el mundo allá afuera, o perder nuestra energía en desaparecerla, la enfrentamos y la utilizamos para dar el próximo paso y activarnos en vez de limitarnos. 

Obviamente para ello tendremos que trabajar en nosotros mismos para tener conciencia de nuestra poder de transformarlo todo con nuestro compromiso de comenzar por transformarnos a nosotros mismos. 

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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