Es difícil ser padres y a ese se lo sema que en la crianza hay muchos conceptos confusos que muchas veces nos hacen fallar cuando vivimos y criamos bajo prejuicios arraigados a la sociedad que nos hacen creer que premiamos cuando en realidad estamos castigando, y que castigamos cuando en realidad estamos habilitando.

¿A qué me refiero con esto? Es habitual ver el comportamiento sobre-protector como un premio para el hijo y un acto digno de reconocimiento para la madre o padre, o ambos. Se reconoce constantemente el trabajo de la “madre abnegada” que se olvida de si misma y se convierte en la esclava incondicional del hogar. En estos tiempos muchas madres trabajan fuera del hogar, y cuando regresan, se espera que sigan trabajando para coronarlas como “buenas madres y mujeres.” Ni se diga si es el padre el que cumpla la función de cuidador primario, la sorpresa y el reconocimiento es aún mayor, ya que la sociedad tiene clavado el prejuicio de que un hombre no puede ser cuidador sino proveedor para ser cuidado.

Dicho esto, a la hora de analizar nuestra crianza, es importante desenmascarar estos prejuicios por el bien de nuestros hijos y entender que lo que a veces consideramos castigo es en realidad un premio.

La independencia no es una asignatura que se entrega una vez el individuo ha cumplido cierta edad o “está listo.” El individuo nunca estará listo si no lo educamos desde siempre y desde siempre lo habilitamos a través de oportunidades constantes en las cuales debemos esperar error como un componente esencial del aprendizaje. Para habilitar a nuestros hijos no podemos saltar los pasos lógicos, ya que la independencia y la autonomía no llegan con la edad, sino con la formación, la exposición, la consistencia y la repetición que dan las oportunidades cotidianas.

Es importante como padres ser responsables y conscientes de nuestro aporte en la vida de nuestros hijos, y renunciar al deseo constante de brillar a través de sus vidas creyendo que sobre-protegerlos es un regalo. El verdadero regalo es educarlos, enseñarles, aprender a tener paciencia y constancia, y aprender a enfocarnos en los logros en vez de en nuestro deseo de evitarles el golpe o evitarnos el trabajo, castigarlos deprivándolos de su derecho a crecer y aprender al máximo de sus capacidades individuales.

Eliana Tardío
¡Conéctate!

About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

View all posts by Eliana Tardío