La mayoría de los estudiantes están recibiendo educación virtual debido al COVID-19. Son pocas las familias que se han atrevido a enviar a sus hijos al sistema presencial tradicional, y aun así, muchas de ellas no han tenido opción ya que tienen que salir a trabajar y no tienen apoyo adicional en casa. Dicho esto hay un tema muy complejo en tiempos de educación virtual, la inclusión. 

Seis meses más tarde, la inclusión en aula común en tiempos de COVID-19 es un tema sin aparente respuesta a estas alturas del camino. Se han acrecentado las diferencias, y la carencia de apoyo individualizado nos ha hecho darnos cuenta de algo que pocas veces analizamos, que es la co-dependencia que se crea cuando el estudiante trabaja a tiempo completo con una maestra sombra. También probablemente podemos cerciorarnos de primera mano lo complejo que es incluir y cuánto apoyo necesitan en realidad nuestros hijos. 

Creo que la primera impresión para muchos, incluida yo, ha sido, ¿cómo le hacen todo el año? ¿qué pasa cuando se pierden en el contenido? ¿cómo sabemos que lo hemos estado haciendo bien todos estos años? En el caso particular de mis hijos, no trabajan con maestra sombra sino con apoyos cuando son necesarios y con currículos modificados o alternativos que le permiten aprender en aula común sin necesidad de tener una sombra. Eso es exactamente lo que está fuera de nuestro alcance en este momento ya que la instrucción virtual no es orgánica y el maestro no conoce a los estudiantes ni puede modificar y ajustar en el proceso, ya que  no hay conexión alguna. 

¿Cómo avanzar en este momento? 

Todavía me encuentro en el proceso de entender a ciencia cierta qué pueden y qué  no pueden mis hijos. 

  • Tengo claro que no pueden tomar notas ya que no escriben ni procesan con la rapidez necesaria, dicho esto, mi solicitud al equipo será que reciban copias de las notas para poder repasarlas y mantenerlos conectados con la información. Dicho esto, LO QUE NO DEBO HACER, yo no voy a tomar las notas para ellos porque sencillamente no puedo y en mi deseo de ayudar, no voy a quitar responsabilidad ni limitar los apoyos que necesitan y merecen. Así funciona la inclusión. 
  • Hay clases que de forma presencial son positivas pero que no funcionan de modo virtual, por ejemplo, algebra. En un ambiente típico, Emir puede adaptarse fácilmente a una clase de algebra ya que la explicación dura 10 a 15 minutos y aunque no entienda todos los conceptos se beneficia de ellos. Al momento de la aplicación su asignación es modificada y el maestro apoya de modo orgánico. Utiliza una calculadora y sus metas son específicas pero objetivas. No sólo necesitamos que aprenda a hacer el ejercicio sino que relacione los pasos para utilizarlos en la vida real. Aprender a utilizar la calculadora. Seguir los pasos del ejercicio. Mantener el enfoque, e incluso, tener la capacidad de adaptarse a un aula común por el tiempo necesarios son habilidades de vida importantísimas. Sin contar la interacción social y el sentido de pertenencia. Nada de esto sucede a través del aula virtual. Entonces, la modificación será probablemente reducir la pantalla a los 15 minutos de la explicación y posteriormente enfocarnos en su trabajo modificado sin interrupciones y sin necesidad de tener que estar conectado a una clase que no puede seguir en esta modalidad. LO QUE NO DEBO HACER: Nunca debo hacer la tarea por él y pretender que no tiene retos o esconderlos. Debo defender su individualidad y su derecho a modificaciones y adaptaciones como lo establece la ley para estudiantes con discapacidad. 

Y así, a medida que vamos avanzando vamos determinando sus necesidades y en mi rol de padre o madre, deberé reconocer que en estos momentos son la encargada de recolectar, analizar y exponer información. Que esta información me permitirá adaptar y modificar la educación en colaboración con los maestros. Que mi tarea no es esconder la discapacidad de mis hijos para crear un espejismo sino exponer sus retos para encontrar el mejor modo de maximizar su aprendizaje en relación a su habilidad personal. 

La tarea no es tan diferente solo que quizás el aislamiento y la necesidad de enfoque puede hacerla sentir más intenso, sin embargo, es exactamente la misma que debemos liderar como padres cada día en la vida de nuestros hijos, ya sea de modo presencial o virtual. 

Eliana Tardío
¡Conéctate!

About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

View all posts by Eliana Tardío