La felicidad es bonita pero no es fácil, porque si algo bien define a la felicidad es su ambición. La felicidad siempre debería ser la meta, porque cuando la meta es la felicidad, el camino se vuelve más fácil y nos mantenemos enfocados en el sentimiento de alegría que motiva nuestros corazones, en vez de las distracciones cotidianas que muchas veces nos hacen creer que es algo externo lo que nos dará felicidad. La felicidad ya vive en nuestros corazones, por eso es el proceso de cultivarla es lo que hace que florezca.

  • Para ser felices tenemos que estar dispuestos a todo con tal de alcanzarla.
  • No podemos rendirnos antes de intentar, o conformarnos con menos, cuando sabemos que siempre hay más.
  • La felicidad se crea, se alimenta, y se mantiene viva con entusiasmo, con fe, y gracias a la energía que nos rodea.

Por todo eso para que la felicidad no sea un sentimiento pasajero, sino un estado constante hasta en los momentos más difíciles, el primero paso para conseguirla es:

Asumir nuestra responsabilidad de lograrla.

La felicidad no llega a través de terceros. Nadie ni nada puede darnos felicidad. La felicidad comienza en nosotros y es un compromiso personal. La felicidad implica tomar las mejores decisiones para nosotros mismos, fijar metas que nos harán evolucionar como seres humanos para encontrar el balance emocional que crea la fortaleza espiritual.

El segundo paso es entender que parte de ser feliz es aceptar que habrán momentos difíciles:

Y en esos casos, aunque que parezca que la felicidad nos ha abandonado, será la necesidad de felicidad la que nos empujará a recargar energías, enfrentar los momentos difíciles, trabajar para encontrar soluciones, y superar hasta las crisis más duras e inesperadas.

El tercer y último paso es ser conscientes de nuestro deseo de ser felices:

Parece absurdo porque todos queremos ser felices. Sin embargo, y porque somos humanos y a lo largo de nuestras vidas vamos a salir heridos y vamos a tener cicatrices, muchas veces de manera inconsciente saboteamos nuestra propia felicidad. A veces porque no creemos merecerla y en el fondo de nuestros corazones estamos enojados, avergonzados, o adoloridos. A veces porque se nos hace ridículo tener que trabajar tanto por algo que es tan frágil y puede desvanecerse tan rápido. A veces negarnos a la felicidad para ser la mejor manera de controlar la situación y evitar salir heridos.

Y aunque parezca ridículo o cursi, como un ser humano que a sus casi cuarenta años ha vivido momentos terriblemente difíciles y muchas veces sintió que renunciar a la felicidad y vivir en un estado constante de adormecimiento espiritual era la solución, me atrevo a decirte que vale la pena ser feliz. Que aunque la felicidad no es ninguna garantía, no hay nada más hermoso y engrandecedor que darte este regalo. No hay luz más poderosa que la que te ilumina desde dentro y te convierte en luz para otros, y eso se logra únicamente con felicidad verdadera.

Que tu vida se llena de luz y que tu corazón y tu alma nunca se conformen con nada menos que felicidad verdadera.

Eliana Tardio
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About Eliana Tardio

En este espacio Eliana comparte su pasión por un mundo inclusivo a través de las historias de integración natural de sus dos hijos, Emir y Ayelén, quienes crecen y desarrollan sus talentos como modelos de diferentes marcas internacionales. Viviendo con pasión, compasión y estilo; esta es una vida totalmente imperfecta que celebra pequeños grandes triunfos mientras interpreta las enseñanzas en los retos. Eliana fue nombrada el 2015 como Mejor Activista Latina en US gracias a Latinos in Social Media.

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