Este es un artículo patrocinado por Tide, sin embargo, todas las opiniones aquí expresadas son mías y no han sido editadas por terceros.
Una de las cosas que uno más quiere para un hijo, es que sea exitoso, que sea un ganador, y que lo consiga todo en la vida y más. Porque somos seres humanos y estamos regidos por las expectativas del mundo y de los demás, a veces es difícil creer que un hijo no necesita ser igual que todos para ser un ganador. A veces nos cuesta creer y aprender que como padres, sólo nosotros tenemos el poder de enseñarles a nuestros hijos a ser ganadores gracias a nuestro amor y nuestra fe.
A veces sin ni siquiera intentarlo nos damos por vencidos, negándoles a nuestros hijos la oportunidad de utilizar sus talentos únicos para demostrar que ya son ganadores. A veces son nuestros propios prejuicios e inseguridades los que los privan de oportunidades grandes y enriquecedoras que no solo harán de ellos mejores personas, sino que también impactarán positivamente a quienes tienen la dicha de inspirarse en su esfuerzo, en su pasión y determinación por alcanzar sus metas.
No importan los retos ni las aparentes dificultades a las que tu hijo se enfrente. Nunca lo limites ni dejes que nadie más lo haga. Tu eres es el mayor defensor de tu hijo, y tu amor es su mejor escudo y su mayor fortaleza, porque es a través de él que aprenderá a creer en si mismo para intentarlo cuantas veces sea necesario hasta lograrlo.
Para ser un ganador no necesita parecerse a nadie más, basta con que sea él mismo. Basta con sentirse orgulloso de si esfuerzo para aprender que el mayor premio es la satisfacción de ganar nuestros premios premios. Si aprende eso, ya tu hijo es un ganador de por vida.
Sólo tu puedes enseñarle a tu hijo a ser un ganador, y es por eso que Tide celebrando las Olimpiadas y sus atletas más destacados, presenta en el siguiente video la historia de Lex Gillete quien le agradece su madre por ver su potencial antes que nadie más y por darle todas las oportunidades para convertirse en un ganador, a pesar de ser ciego.
Mira la historia completa de Lex y conmuévete con las palabras de su madre en el siguiente video.
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