Ultimamente, la mayoría de las historias que comparto son de Emir. Supongo que es así por todos los cambios que está enfrentando y las maravillosas experiencias relacionadas a su transición a los años de adolescencia. Emir ya cumplió 14 años, va a la escuela secundaria totalmente incluido con un currículo modificado, y está creciendo como un adolescente muy típico. El anterior fin de semana me pidió que quite la cortina de Minions del baño, seguido de un pedido para redecorar su habitación, la misma que también una vez fue compartida con los mismos chicos amarillos. Después de seis años de ver Minions hasta en la sopa, me tocó guardar cortinas, peluches, y alfombras en cajas junto a sus libros y juguetes. Uno de sus tesoros más preciados a lo largo de los años, su máquina de pedos de los minions, le fue heredada a Yaya.
Podría atribuirle esta transición al proceso natural de crecer haciendo creer a la gente que Emir es más avanzado que otros jovencitos con síndrome de Down de la misma edad que aún actúan como niños pequeños, sin embargo, no es así. Esta transición no ha llegado sóla, sino con la influencia de su entorno a través de la inclusión: el empujoncito natural para seguir creciendo. Hablando de cambios físicos. Este verano Emir creció como nunca antes. Su bigote comenzó a mostrarse junto a una voz gruesa. Su apariencia se transformó por completo para convertirse en este atlético y guapo jovencito. Estos son sin duda cambios que no podemos afectar para bien ni para mal, sin embargo, los sicológicos no funcionan de la misma manera y deben ser moldeados a través de expectativas, repetición y motivación. Hay mucha comunicación involucrada en el proceso de ayudarles a crecer mientras celebramos sus avances.
Cómo Apoyar a Tu Hijo Adolescente con Síndrome de Down en El Area de Desarrollo Sicológico
- Hay que dejar de tratarlos como niños pequeños. Y créanme que entiendo que no es fácil, más aún considerando que su edad cronológica no siempre refleja su desarrollo cognitivo. Sin embargo, modelar las expectativas que tenemos hacia ellos puede ayudar. No se trata de presionarlos a crecer sino de ayudarles a avanzar.
- Facilita actividades inclusivas con personas de su misma edad. Idealmente, los niños con discapacidades deberían crecer incluidos con sus pares de la misma edad. Esta interacción típica es la que moldea y define sus comportamientos y actitudes. En realidad no siempre sucede así, especialmente en el modelo académico, pero eso no debe convertirse en un limitante. Como padres nos toca crear y para ello vamos a promover su interacción a través de eventos extra-curriculares y comunitarios.
- Dale a tu hijo responsabilidades de acuerdo a su edad y capacidad. El ambiente natural primario del niño es su hogar, y este es el lugar perfecto para empezar y sacar provecho de todo lo que sucede alrededor como una oportunidad para fortalecer la responsabilidad e independencia. Por ejemplo, crear un calendario visual de actividades que incluya premios y consecuencia puede ser útil.
- Ayude a sus hijos a tomar decisiones. No lo hagas por ellos. En vez de hacer lo más fácil, haz lo más prudente, que es darle tiempo y oportunidad para estar involucrado. Se utiliza la falta de comunicación como una excusa constante para quitarles la oportunidad, pero la comunicación en realidad se construye en las bases de la interacción, estimulación, y repetición. Practica y motiva el desarrollo de la comunicación dedicando tiempo y paciencia a tu hijo día a día.
Ten en cuenta que ninguno de estos puntos son recetas milagrosas ni son tan fáciles de aplicar como parecen. La repetición, la consistencia, y la determinación son los pilares del éxito cuando se trata de ayudar a tu hijo a avanzar, ganar autonomía, y demostrar auto-determinación.
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