Si algo he aprendido en la vida es que siempre tenemos opciones. Cuando las excusas superan la responsabilidad tomamos una posición victimizadora en la cual decidimos asumir el papel de crítico y espectador, en vez de dar el paso siguiente para adoptar el rol de activista y constructor.
Las siguientes afirmaciones no son falsas y en el intento de activarnos no podemos hacerlas desparecer: La vida no es fácil, no todo el mundo tiene lo que merece, el gobierno debería hacer más, el maestro debería tener las respuestas..etc.
Vamos a aceptar que existen y son factores externos que impactan y afectan nuestras vidas, sin embargo, también vamos a aceptar que criticando, quejándonos y mirando desde fuera no contribuimos al cambio ni hacemos ninguna diferencia.
- ¿Qué ganas repitiendo una y otra vez que las cosas no funcionan si no haces nada por cambiarlas?
- ¿Qué cambio generas cuando atacas a los demás en vez de construirte a ti mismo?
- ¿Cuál es tu contribución para mejorar tu vida y la de tus hijos, cuando te la pasas peleándote con gente que no conoces o generando discusiones cargadas de odio y prejuicio que no te llevan a ninguna parte?
Preguntas para guiar tu auto-reflexión,
- Mis acciones, ¿me construyen o me destruyen?
- ¿Me levantan o me estancan?
- ¿Me limitan o me activan?
- ¿Son mis comentarios contribuciones en la vida de los demás o todo lo contrario, son una manifestación de mi frustración tratando de crear el mismo sentimiento en los otros?
Cuando en vez de asumir el papel de crítico y espectador, nos empoderamos convirtiéndonos en el activista y constructor, dejamos de ser víctimas para convertirnos en activistas. La idea no es cubrir las carencias del sistema para convertirnos en mártires ni súper héroes. La meta es activar las leyes, construirnos en los retos a través de nuestras propias experiencias trayendo a la comunidad contribuciones que permitirán que otros también se activen y generen cambios sistémicos.
Lo más fácil es desde la comodidad de tu incomodidad o frustración, perder el tiempo culpando al resto del mundo de tu situación. Lo difícil es moverte de tu zona de comodidad en la incomodidad para enfrentarla, tomar acción y moverte al compromiso de aprender, de crecer, y transformar tu entorno.
De nuevo, el crítico y espectador en este momento probablemente ya tiene su excusa lista para refutar esta teoría. Sin duda diría algo como, “pero qué fácil es hablar para alguien que lo tiene todo o cuya vida es más fácil.” El activista y el constructor sin embargo, encontrará en las mismas palabras motivación y activación para encontrar la manera de seguir y generar cambio.
El activista y el constructor sabe que nada en la vida es fácil y que toda vida tiene retos y situaciones difíciles y no es el reto lo que nos limita, sino nuestra respuesta al mismo. Lo que para el activista y el constructor es una oportunidad, puede automáticamente convertirse en una excusa para el crítico y el espectador.
Bajo esa lógica hagamos la auto-reflexión necesaria para identificar en dónde estamos, cómo invertimos nuestro tiempo, cuáles son nuestras metas, y sobre todo, dónde es que queremos llegar. Es totalmente válido estar en un lado o el otro. Todos somos libres de elegir qué queremos ser y dónde queremos llegar. Así mismo es tremendamente importante asumir la responsabilidad de nuestras decisiones para entender que somos hacedores de nuestras vidas y nuestras decisiones tienen poder.
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