Creo que es importante hablar de prioridades como padres en tiempos de crisis, ya que es fácil poner más carga sobre nuestras frustraciones y preocupaciones cuando estamos abrumados. La ansiedad se vuelve un círculo vicioso que se apodera de todo, y sin darnos cuenta nos vamos sumergiendo en este estado constante de angustia que se encarga de acrecentar el lado difícil de las cosas.
Creo que la situación actual es difícil para todos de una u otra manera. Todos estamos asustados y nerviosos, y la incertidumbre del futuro sin duda hace que el presente sea más difícil de manejarse, por eso queridos padres, es importante más que nunca fijar prioridades.
Porque la prioridad más importante comienza contigo mismo.
Como individuo. ¿Qué estás haciendo para regularte emocionalmente y mantenerte saludable físicamente? Si no tienes balance emocional o estás débil físicamente, no puedes darle a tus hijos lo que necesitan, y sin importar la condición de tus hijos o sus características individuales, sin duda necesitan dos cosas esenciales en este momento: de tu paciencia y de tu apoyo.
Algunas sugerencias:
- Haz algún tipo de actividad física. 30 minutos al día es suficiente.
- Si no practicas ninguna actividad física, medita.
- Si no crees en la meditación, reserva un espacio de por lo menos 10 minutos para cerrar los ojos y respirar profundo. Te ayudará a relajarte.
- Lee algo positivo o aprende algo nuevo. Ponlo en práctica.
- Evita el bombardeo de noticias negativas.
- Limita las noticias a una vez al día y elige fuentes confiables y respetables para recibirlas.
- Elige programas de televisión o entretenimiento positivos que te fortalezcan. Los dramas, las series de pandemias, y las películas de horror no son una buena opción si estás en un estado potencial de crisis.
- Conéctate con las personas que amas online. Los amigos y familiares pueden darte apoyo de manera orgánica y natural.
- Baila, salta, juega, y ríe con tus hijos.
- No los fuerces con los deberes y las tareas. Comparte las obligaciones en varios turnos y aprende junto con ellos. Ellos dependen de tí y necesitan de tu amor, tu paciencia y tu tranquilidad.
- Reconoce tus sentimientos, acéptalos y trabajo en ellos para sentirte mejor.
- Enfócate en ti mismo y en resolver tus propios problemas. Los otros pueden y deben hacer lo mismo por si mismos.
Lo más peligroso de las crisis emocionales es que las personas no saben que están viviendo una. Entonces sin darse cuenta comienzan a actuar de modo hostil, se estrellan con la gente a su alrededor, se enojan con el mundo, y muchas veces tratan de desahogarse utilizando los medios sociales como distracción y como formas de descargar su ira. Nada de eso funciona, ya que no ayuda a sentirnos mejor, y peor aún, nos estanca en un estado de infelicidad que dadas las circunstancias, puede ser tremendamente peligroso en un aislamiento que puede volverse una cárcel.
Un llamado de atención también a familiares y amigos para no olvidarse de quienes sabemos que tienen retos emocionales pero tampoco de quienes aparentan ser fuertes, porque en moentos como este, todos nos necesitamos los unos a los otros.
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