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La maestra de mi hija me llamó para contarme una historia divertida sobre Yaya. “Ella se sienta con un niño y siempre se ríe con él”, dijo, “pero el otro día, lo escuché diciéndole cuánto le gusta verla con el pelo suelto. Lo siguiente que recuerdo es a Yaya pidiéndome permiso para ir al baño. Un par de minutos más tarde, allí estaba, con el cabello suelto sonriéndole. “La historia me hizo reír mucho, lagrimear un poquito también (solo porque lloro por todo), y pensar en lo inteligente y asombrosa que es mi hija. ¡Eso fue todo!

Pero el otro día contándole la historia a una amiga mía que también tiene una hija de 10 años, la escuché decir algo en lo que ni siquiera había pensado. “Eliana, ¿y, qué vas a hacer si Yaya se enamora de un chico típico? ¿Estás lista para manejar ese dolor? ” Entiendo su preocupación y curiosidad, pero como le dije a ella y quiero aclararle al resto, no estoy lista pero tampoco preocupada.

“¿Cómo manejarías tu la misma experiencia?”, Le dije, “¿si tu hija típica se enamora de un chico que no la quiere?” ¿Tu, estás lista para manejar ese dolor?” Fue una respuesta  totalmente sincera porque realmente no entiendo porque tiene que ser diferente. ¿No son acaso estas situaciones y circunstancias que todos enfrentamos como padres, como hijos, y como seres humanos sin importar las etiquetas que nos son asignadas por el mundo? Hijo típico no es sinónimo de perfección ni de control total de todas las situaciones por parte de sus padres. Quiero decir, ¿quién está listo para ver a un hijo con el corazón roto? Nadie lo está, pero todos hemos estado allí como individuos y todos estaremos allí como padres.

En conclusión, por ahora, no estoy tratando de tener las respuestas de mañana. En cambio, trato de disfrutar al máximo situaciones como esta en las que mi hija me demuestra lo inteligente, descarada, e increíble que es siendo ella misma. Ella está creciendo como todos los demás. Está rodeada de otros niños como ella que no tienen síndrome de Down, pero son claramente más parecidos que diferentes a ella. Yaya está floreciendo como la flor más preciosa. ¡Dios mío!, Yaya está hablando más que nunca, me cuenta historias, y en la escuela, corre al baño para soltarse el cabello y sentirse hermosa. La amo más de lo que jamás podré expresar y estoy orgullosa de ella con todo mi corazón.

Cada día con cada decisión y cada acción me muestra lo que capaz que es y lo mucho que todavía queda por venir y estoy segura de que mañana seguirá creciendo y seguirá aprendiendo a tomar las decisiones apropiadas. También se que encontrarará el amor si eso es lo que busca, y se que como ha pasado conmigo y con el resto del mundo, probablemente no será una tarea fácil. Por todo eso, no, no estoy preocupado por ella, todo lo contrario, estoy fascinada y completamente enamorada de cada una de sus aventuras en el proceso de convertirse en una joven dama.

Eliana Tardío
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About Eliana Tardío

Eliana Tardío es la mamá de Emir y Ayelén; ambos con síndrome de Down. Reconocida por su trabajo promoviendo la inclusión natural de las personas por su individualidad, Eliana ha sida reconocida por celebridades como Araceli Arámbula, Thalia, María Celeste Arrarás, Karen Martínez, y más. Su historia ha sido compartida por las cadenas mundiales más importantes: Univisión, Telemundo, CNN, y Azteca América. Nombrada Bloguera Latina Inspiración 2014 en USA, en este espacio Eliana comparte sus vivencias y recursos con más de 200.000 visitantes al mes.

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