El título parece demasiado lógico: Hablar con tus hijos es la mejor manera de enseñarles a hablar, pero en la vida real lo que pasa con los niños con retos de lenguaje, es que porque no hablan, o no hablan del modo típico, son inconscientemente privados del mejor estímulo posible: El lenguaje natural.
Por sus retos de comunicación asumimos que no tienen nada qué decir, y nos olvidamos de conversar con ellos, de hacerles preguntas, de contar con su opinión, y de respetar su derecho de expresión.
Resultado: Los limitamos enormemente y les enseñamos que no necesitan hacer ningún esfuerzo porque ya está todo resuelto y su voz no es necesaria.
Así es, parece demasiado drástica esta conclusión, pero recordemos que la mente de los niños no es tan compleja como la nuestra y su percepción no tiene matices.
Resultado: Si no hablas con ellos, no les estás dando la oportunidad de aprender a hablar.
No hay cura mágica para el lenguaje, y en realidad, para ningún reto ni afección. No hay suplemento natural que haga la conexión cerebral para que el lenguaje fluya, ni terapia milagrosa que consiga que lo consiga.
De nuevo, hablar con ellos es la mejor manera de enseñarles a hablar.
¿Cómo hablar con ellos cuando no hablan aún, o cuando no son completamente verbales?
- Haz del lenguaje un ejercicio natural. Aunque no siempre haya respuesta, tu hijo te está escuchando y está aprendiendo.
- El mejor método para desarrollar el lenguaje es el uso de recursos visuales, lo que incluye, libros con ilustraciones o fotografías, tarjetas de palabras, aplicaciones electrónicas, videos, etc.
- El mejor recurso visual y real es la integración plena de tu hijo en la sociedad. Si tu hijo recibe servicios de terapia de lenguaje, y no tiene oportunidades naturales de integración, no podrá ponerlas en práctica.
- Ilustra cada nueva experiencia o situación desconocida para tu hijo. Si van a viajar, asegúrate de explicarle con fotografías y videos cómo viajarán, a dónde van, cuál es el plan. Te tomará un par de minutos y lo estarás preparando para sentirse conectado, seguro, y para ampliar su vocabulario.
- Facilita la comunicación de tu hijo con los demás a través del uso de técnicas de comunicación como las descritas arriba. No te conformes con saber que nadie lo entiende en la escuela, asegúrate que haya un puente de comunicación.
- Considera el lenguaje de señas. El lenguaje de señas no limita el aprendizaje del lenguaje hablado, pero lo facilita mientras el niño sigue aprendiendo, manteniéndolo motivado a expresarse gracias a la satisfacción de sentirse entendido.
- Solicita a la maestra de tu hijo un informe diario de los momentos más imperantes de tu hijo. Un par de líneas te darán la oportunidad de recibirlo con comentarios y preguntas de su día, y lo motivarán a hacer su mejor esfuerzo por hablar.
- Recuerda que no se trata de forzar o castigar al niño para que haga algo que aún no puede. Habla con él y dale “pistas” de cómo contestar. Por ejemplo: “¿Cómo estuvo la clase hoy? ¿Bien o mal? ¿Te gustó, si o no?” Así comenzarán las conversaciones y pronto irán evolucionado cuando aprenda las respuestas y sepa cómo utilizarlas adecuadamente.
Hay que hablar con ellos para que aprendan a hablar. !Nunca lo olvides!
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