Nunca nos vamos a cansar de decirlo: Ser padres no es una tarea sencilla, es en cambio una responsabilidad inmensa que muchas veces asumimos sin siquiera imaginar todo lo que implica. El amor es el arma que tiene la capacidad de hacer llevaderos los momentos difíciles, las situaciones incomprensibles, y las inesperadas sorpresas a medida que los hijos crecen y demuestran su individualidad. Algo importante de entender es que a veces como padres pensamos que el “Te amo, si..” es una manera de manipular a los hijos, pero el amor condicionado como padre no es nunca la respuesta.

Llega el día en que te das cuenta que su pensamiento es totalmente independiente del tuyo, llega el día en que aunque trates con todo el corazón de entender sus reacciones, te sientes totalmente desarmado en medio de un espacio totalmente vacío. Ese es el momento donde como padres nos cuestionamos si hemos hecho un buen trabajo, “¿Dónde se fueron todos los años de educación, de principios, de amor, de valores?, si por mucho que lo he amado, igual se ha equivocado.” Pero lo increíble fuera que no, porque todos nosotros como niños y jóvenes, seguro también nos equivocamos, y como adultos, nos seguimos, y nos seguiremos equivocando.

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El error más grande en las situaciones de estrés, cuando sentimos que de cierto modo perdemos el control o la capacidad de re-direccionar a nuestros hijos, es pensar que condicionado el amor hacia ellos, conseguiremos que hagan las cosas bien.

Entonces comienza el círculo de: “Mamá o Papá te quieren cuando te portas bien.” Lo que quiere decir que cuando no te portas bien, ¿te dejan de querer? Dos situaciones pueden resultar de ello:

  1. No soy lo suficientemente bueno para ser querido en mis momentos difíciles, o nadie me va a querer cuando me equivoque y cometa o un error, entonces de aprender a esconder mis errores, o a evadir la responsabilidad de ellos para mantener el amor de los demás.

2. Superada la ilusión del amor condicionado, los hijos se dan cuenta que el amor sigue ahí cuando pasa el enojo, y ya que jamás existe una consecuencia real, el comportamiento se vuelve aún peor. El amor condicionado es una reacción, no una respuesta.

A medida que los hijos crecen ese condicionamiento de ..”si haces esto, te doy esto”.. se vuelve aún mayor, y menos efectivo, y quienes hemos sido criados con él, corremos el riesgo de convertirlo en estila de vida.

Creo que lo más importante es entender, que no hay fórmula sin margen de error que garantice la crianza perfecta. Ellos son tan humanos como nosotros, y aunque invirtamos todo el amor y la paciencia del mundo, ellos se van a equivocar, y también nosotros.

En los momentos más difíciles, cuando tu corazón se pregunta “¿porqué mi hijo actúa de este modo? ¿porqué no me dice lo que está pasando? ¿porqué me está haciendo esto?”, en vez de juzgarlo, condicionar tu amor hacia él, o darle la espalda, prueba algo nuevo: Acércate, dale un abrazo, escúchalo en silencio, demuéstrale que estás ahí para él.

El secreto del amor es su capacidad de sobreponerse al ego personal que nos hace sentir que los comportamientos de nuestros hijos son agresiones personales. El secreto del amor en su estado incondicional es pensar en ellos primeros, antes que en nosotros.
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About Eliana Tardio

En este espacio Eliana comparte su pasión por un mundo inclusivo a través de las historias de integración natural de sus dos hijos, Emir y Ayelén, quienes crecen y desarrollan sus talentos como modelos de diferentes marcas internacionales. Viviendo con pasión, compasión y estilo; esta es una vida totalmente imperfecta que celebra pequeños grandes triunfos mientras interpreta las enseñanzas en los retos. Eliana fue nombrada el 2015 como Mejor Activista Latina en US gracias a Latinos in Social Media.

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