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Carta a Mi Madre

Hola mamá, espero que estés bien. En mi mente y en mi corazón hace ya 20 años que llegaste al cielo. Te fuiste un día como hoy. Los años han pasado, yo he crecido, me he convertido en mujer y madre, pero el dolor de haberte perdido sigue siendo exactamente el mismo.

Cada 19 de Abril revivo tu vida y también tu partida. Tengo que serte sincera, por mucho que trato, hay algunas cosas que ya no recuerdo. Hay memorias frescas, pero muchos espacios vacíos. Uno de los momentos en los cuales más te extraño y te necesito, es cuando quiero encontrarle lógica a mis sentimientos.

Entonces quisiera más que nunca que estés aquí, que me recuerdes como era yo cuando era un bebé, que me confirmes con tu experiencia que hay cosas en la vida que necesitamos vivir para seguir. Me hacen falta tu voz, tu consejo y tu fortaleza.

Miles de veces a lo largo de estos años me he sentado sola y en silencio y he pensado en tí, tratando de recrear con la lógica y un baúl de recuerdos lo que tu dirías, los consejos que me darías si estuvieras aquí. Pero no estás, te fuiste 20 años atrás. Y por mucho que quiera a veces, siento que nunca podré saber que dirías, que pensarías, o cuáles serían tus consejos.

Ese 19 de Abril del 1994, sentí que te habías ganado tu boleto al cielo. Nadie merece sufrir todo lo que sufriste, y aunque siempre supe que te ibas, ha sido recién a lo largo de los años que he sentido realmente tu ausencia. Uno se acostumbra a vivir sólo, a sentir que a nadie le importa, a renunciar cada día un poco más a la alegría; hasta que vuelve a nacer el amor. Tu nieto Emir ya cumple 10 años, mamá. Diez años me tomó volver a creer y volver a amar después de que te fuiste.

El amor es un sentimiento tan grande que vale todo los riesgos, creo que inconscientemente estoy repitiendo muchas cosas de las que tu me dijiste alguna vez…¿viste? seguirás viva por siempre en mi corazón.

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Tu nieta Ayelén ya tiene 7 años. Se parece tanto a tí, y por tanto a mi. Imagínate que hoy que tengo 36 años, muchas veces puedo verte cuando me miro al espejo. Cada día me parezco más a ti. No somos tan diferentes como creíamos. Siempre voy a ser tu hija, mamá.

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La ilusión de un día poderte dar un abrazo y un beso nunca ha muerto. Supongo que viviré soñando por siempre con verte una vez más, con tocar tu cara, con acariciar tu pelo. Me perdí de la bendición de ver como canaban tus cabellos, mamá. La vida o la muerte te robó la oportunidad de que nuestros hijos te llamen abuela. Te perdí la mayor parte de mi vida. Te tuve sólamente 16 años y ese número nunca va a cambiar, pero en cambio el de ausencia sigue haciéndose más grande porque ya son 20 años que te fuiste mamá.

Cuando te fuiste mamá, los recuerdos se estancaron, y en algunos momentos he vuelto a mirar tus fotos con esa sensación en el corazón de que lo que tengo en esos álbumes es todo lo que hay. Que todavía faltaba mucho, pero que nuestra vida juntas se detuvo hace 20 años atrás. Tu estás allá, yo estoy aquí, y lo único que me da esperanza es la fe que maneja mis sentimientos, esa ilusión de que nos estés mirando desde el cielo, la alegría de que en tu grandeza de madre tengas la posibilidad de interceder por nosotros ante Dios. Que en nuestros sueños estés cuidando de nosotros, que estés presente aunque no te veo.

Yo ya tengo 36, tu te fuiste a los 41 mamá. Y si, a veces tengo miedo. No me imagino la vida sin mis hijos, ni me imagino la de ellos sin mí. De madre a madre, mamá..hoy finalmente te entiendo. Ante mis ojos como hija, siempre me voy a sentir pequeña ante tu recuerdo, y siempre vas a ser para mi la mujer más hermosa, más sabía y más maravillosa. Siempre vas a ser mi madre, tu amor mi guía, y tu recuerdo será mi compañero eterno.

Te amo por siempre mamá.
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Eliana Tardio

 

 

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About Eliana Tardio

En este espacio Eliana comparte su pasión por un mundo inclusivo a través de las historias de integración natural de sus dos hijos, Emir y Ayelén, quienes crecen y desarrollan sus talentos como modelos de diferentes marcas internacionales. Viviendo con pasión, compasión y estilo; esta es una vida totalmente imperfecta que celebra pequeños grandes triunfos mientras interpreta las enseñanzas en los retos. Eliana fue nombrada el 2015 como Mejor Activista Latina en US gracias a Latinos in Social Media.

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